Nuestro trabajo cotidiano, enmarcado en actividades grupales a modo de talleres, apunta a propiciar un poder “hacer” con el otro, dando sentido significante a los modos más espontáneos y particulares de cada niño.
Los talleres surgen en relación a los intereses y posibilidades de cada grupo y funcionan como marco, amplio y contenedor, a partir del cual cada niño o adolescente va desplegando sus características particulares.
A partir de los intereses de cada grupo, y de cada niño en particular, se proponen actividades que promueven las habilidades cognitivas y favorecen los procesos de aprendizajes; apostando siempre a la apropiación de cada nuevo objeto de conocimiento.
Este taller nos brinda un espacio propicio para aprender a cocinar, sumando la posibilidad de adquirir hábitos saludables, estimular los sentidos y aprender nuevas técnicas.
La exploración de técnicas y materiales ofrece nuevas posibilidades de expresión. La circulación de nuestras producciones favorece otros modos de intercambio.
Las distintas propuestas apuntan al reconocimiento de nuestro cuerpo, promoviendo las posibilidades de cada niño de controlar y disfrutar su movimiento.
A través del sonido, la música, la voz, los instrumentos… se abren nuevos canales de comunicación.
Un espacio para encontrarnos con la naturaleza, y aprender a cuidar el medio ambiente. La valoración del esfuerzo cotidiano permitirá con el tiempo disfrutar lo que sembramos.
A través de la madera logramos producir objetos de uso cotidiano. En este espacio se generan nuevas habilidades como serruchar, lijar, clavar.
Habla de actividad física es hablar de salud, de bienestar y de calidad de vida. La iniciación al deporte posibilitará la puesta en juego del cuerpo, de acuerdo a ciertas reglas que deberán ser respetadas por todos. El trabajo en equipo nos permitirá disfrutar del compartir con otros.
El juego, campo privilegiado para el desarrollo de todo niño, genera espacios de disfrute a partir de los cuales siempre surgen nuevas posibilidades.
Los paseos nos permitirán disfrutar de nuevas experiencias, aprender y compartir con otros.